La formación es un recurso imprescindible en cualquier organización para implantar una auténtica cultura de cumplimiento normativo,
La formación debe alcanzar a todos los estamentos de la organización, pero se dirige, especialmente, a los administradores y directivos, para que sean ellos los que extiendan estos conocimientos teóricos y prácticos al resto del personal.
De especial importancia es la labor de impulso de los programas de cumplimiento normativo por parte de las más altas instancias de cada organización, a fin de que su implantación sea eficaz y pueda acreditar la adhesión de todos sus miembros a los compromisos que de estos programas se derivan.
Defensa y Compliance ofrece formación recurrente o puntual a los rectores y directivos de las organizaciones, como complemento fundamental para generar la “cultura de cumplimiento” que debe presidir todas sus actividades.